Yusef Eido es un trabajador de ayuda humanitaria, de 25 años de edad, del barrio de Al Khalidiya de la ciudad de Alepo. En el momento de su detención trabajaba con un grupo local de ayuda humanitaria para coordinar la entrega de cestas de comida a miembros de su comunidad. Un mes antes, había sido alcanzado en un ojo por una bala de un francotirador en su mercado local, y le dijeron que tendría que viajar a Alemania para ser operado. El 26 de diciembre de 2012 acudió a las autoridades locales para gestionar su visado y nunca regresó. Un familiar cercano dijo a Amnistía Internacional:

“Al no regresar a casa poco después de su llamada, supimos de inmediato que algo iba mal. Nos dirigimos a todos los departamentos penitenciarios, las oficinas de la policía, los puestos de control, y les preguntamos uno a uno. Todos dijeron lo mismo: ‘No está con nosotros’ [...] Más adelante supimos por un ex detenido que Yusef estaba en un departamento de los servicios de Seguridad Política en Damasco, así que acudimos al juez para presentarle los documentos sobre su caso. Cuando llegamos a la recepción, el encargado nos arrojó los papeles a la cara”.

A finales de 2014, la madre de Yusef viajó a Damasco para buscar a su hijo. Un funcionario le dijo que estaba recluido en la sección 215 de los servicios de Inteligencia Militar y que pronto lo trasladarían a la prisión de Adra. Cuando regresó varios días después, descubrió que el funcionario con el que había hablado ya no trabajaba allí. Su sustituto negó que Yusef estuviera bajo custodia. Después la familia supo por un ex detenido que Yusef seguía en la sección 215 y que lo habían torturado; sin embargo, no sabe con certeza si esta información es fiable.